Teatro Sauto: ¿Misterios por develar?

El centenario teatro Sauto, inaugurado el 6 de abril de 1863 y sitio Monumento Nacional ubicado  en esta la ciudad de los puentes y los ríos, comienza a develar  algunos indicios que podrían  cambiar  su conocida historia, e incluso, en el mejor de los casos; aportar algún que otro misterio o enigma.

Recientemente, las labores de remodelación a que actualmente se somete la instalación cultural,  acaban de develar las letrinas, un recinto de aproximadamente tres por dos metros y de una profundidad superior a los tres, confeccionado en ladrillos de barro, con dos arcos y techado también de ladrillos.

Afortunadamente, el depósito séptico hace casi un siglo que no presta los servicios para los que fue originalmente diseñado, muestra muy buena conservación y al decir de quienes lo han recorrido, recuerda las alcantarillas romanas.

 Para los conservadores y arqueólogos del coliseo Sauto, Ricardo Viera, Noel Gil Ruiz y Leonel Pérez Orozco, se trata de la oportunidad ideal para hurgar entre varias toneladas de sedimentos, puesto que los retretes en el siglo XIX, además de cumplir su tarea higiénica, se utilizaban regularmente como una suerte de basurero, de ahí su interés arqueológico.

Pérez Orozco recuerda que hace unos años excavaciones acometidas en similares instalaciones del castillo de San Severino, único testigo en pie de la función de la ciudad de Matanzas, aportó más de tres mil 500 piezas de interés arqueológico, entre las que destacan monedas, armas, cerámica e instrumentos de trabajo, así como botones y otros objetos como botellas y pipas.

Hurgar entre los no pocos metros cúbicos de sedimentos llevará tiempo, comenta Orozco pero añade: “vale la pena por lo que de prometedor puede atesorar. Sería imperdonable para un especialista no acometer esta tarea aunque resulte azarosa porque no es menos cierto que se trata de una caja de sorpresas”, indica.

“Desde el momento en que se mostró la pequeña oquedad de la letrina, hasta que bajamos hacia el interior, narra Leonel, trascurrió muy poco tiempo y mire usted, casi a la vista encontramos dos botellas de refrescos con su contenido, increíblemente conservado, se trata de un néctar de frutas que se comercializaba en esta provincia entre 1930 y 1965, ¿Cómo dejar de investigar si tenemos en cuenta los antecedentes de San Severino?”, se pregunta el arqueólogo.

Las labores de remodelación del coliseo matancero que se extenderán hasta mediados del próximo año, han sido una bendición para que los amantes de la historia.

“Este es el momento que queremos aprovechar para ver si resulta posible localizar la caja de plomo que fue depositada en la primera piedra del teatro”, explica el especialista, “se trata, como lo recoge la Aurora del Yumurí el 18 de noviembre de 1830, de un cofre elaborado en plomo donde se colocaron dos potes lacrados con monedas de plata de varias denominaciones , así como publicaciones periódicas, el acta de constitución de la sociedad anónima para la construcción del teatro y otros documentos como el reglamento del liceo literario de la ciudad”.

“Si de alguna forma, la excavación del excusado  recién descubierto aportaría poco, nos queda la alternativa de explorar el segundo, ubicado en el ala sur del teatro, instalación de la que ya no dudamos de su existencia, ante la rigurosa y armónica simetría del teatro”

El Sauto, fue erigido sobre la plaza Cervantes, muy cercano al fortín de San Carlos del Vigía, un sitio que demandó mucho relleno para su nivelación y según consta en recientes investigaciones, bajo sus cimientos, se han hallado vestigios de alimentación aborigen, presumiblemente del asentamiento Yucayo, del que no constan, hasta el momento, evidencias arqueológicas.

Sin embargo, la historia recoge desde el distante 1510, a este asentamiento aborigen como protagonista del primer acto de rebeldía contra la colonización española, acción que a la postre el 16 de octubre de 1693, cuando se funda la ciudad, se le proclama como San Carlos y San Severino de Matanzas, en franca alusión al primer enfrentamiento entre aborígenes y colonizadores.

Sauto, consideran los especialistas, mantiene condiciones excepcionales de acústica, algún que otro misterio como las referencias de frecuentes apariciones del fantasma de Esteban Sauto, promotor de su construcción y ahora, el hecho que de se halla erigido sobre lo que pudo ser el asentamiento aborigen Yucayo, le confiere sin lugar a dudas valores un tanto místicos.