NOMINADA ERMITA DE MONSERRATE A PREMIO NACIONAL DE RESTAURACION.
2010.04.01 - 18:19:30 / web@radiorebelde.icrt.cu / José Miguel Solís Díaz
Matanzas, Cuba. - La Ermita de Monserrate, sitio de veneración de familias catalanas en la ciudad de Matanzas, y hoy convertida en un interesante complejo cultural, ha sido nominada al Premio Nacional de Restauración, por el rigor y autenticidad demostrados durante la restauración de esa obra patrimonial de alto interés histórico, arquitectónico y ambiental.
La propuesta matancera a la nómina que cada año entrega la Comisión Nacional de Monumentos, incluye, además, la casa natal del Doctor Mario Dihigo, situado en la ciudad yumurina y que destaca por sus valores arquitectónicos eclécticos, así como por sus colecciones pertenecientes a las artes decorativas y que incluyen su biblioteca, vajillas y piezas de arte y cuadros.
La ermita de Monserrate, fue erigida en 1875, y es un ejemplo de los oratorios españoles del siglo XIX, según comentó el desaparecido arquitecto cubano Joaquín Weiss, en su libro Arquitectura colonial de Cuba.
Sin embargo, en honor a la verdad histórica, la fiesta a la virgen de Monserrate fue la respuesta de la comunidad española en Matanzas al estallido de la guerra de 1868, donde se necesitaba desesperadamente una virgen española para contraponerla a la de la Caridad del Cobre. Por eso, inicialmente esta festividad local se realizaba cada 8 de septiembre.
El arquitecto Ramón Recondo, obtuvo durante el pasado año el Premio Nacional del Salón de Arquitectura por este proyecto, donde se imbrican originalidad en las soluciones para devolver la imagen más exacta de ese inmueble, un hecho consumado, gracias a una paciente y efectiva labor y búsqueda de testimonios, fotos y planos del lugar.
Este sitio que se alza como inmejorable mirador hacia el valle de Yumurí y la placida ciudad de Matanzas, ha sido visitado por personalidades interesantes, como zares, científicos, artistas y poetas.
Los citadinos atesoran entre su iconografía, la constancia del poeta español Federico García Lorca, en 1930, momento en que se fotografió con muchachos.
Hoy, la ermita de Monserrate, se alza como pilar de las ideas y acciones de los matanceros de conservar sus obras patrimoniales y ponerlas en función de la vida y la modernidad de esta ciudad cosmopolita y culta que cuida su pasado, como garantía de preservar su futuro.
Matanzas, Cuba. - La Ermita de Monserrate, sitio de veneración de familias catalanas en la ciudad de Matanzas, y hoy convertida en un interesante complejo cultural, ha sido nominada al Premio Nacional de Restauración, por el rigor y autenticidad demostrados durante la restauración de esa obra patrimonial de alto interés histórico, arquitectónico y ambiental.
La propuesta matancera a la nómina que cada año entrega la Comisión Nacional de Monumentos, incluye, además, la casa natal del Doctor Mario Dihigo, situado en la ciudad yumurina y que destaca por sus valores arquitectónicos eclécticos, así como por sus colecciones pertenecientes a las artes decorativas y que incluyen su biblioteca, vajillas y piezas de arte y cuadros.
La ermita de Monserrate, fue erigida en 1875, y es un ejemplo de los oratorios españoles del siglo XIX, según comentó el desaparecido arquitecto cubano Joaquín Weiss, en su libro Arquitectura colonial de Cuba.
Sin embargo, en honor a la verdad histórica, la fiesta a la virgen de Monserrate fue la respuesta de la comunidad española en Matanzas al estallido de la guerra de 1868, donde se necesitaba desesperadamente una virgen española para contraponerla a la de la Caridad del Cobre. Por eso, inicialmente esta festividad local se realizaba cada 8 de septiembre.
El arquitecto Ramón Recondo, obtuvo durante el pasado año el Premio Nacional del Salón de Arquitectura por este proyecto, donde se imbrican originalidad en las soluciones para devolver la imagen más exacta de ese inmueble, un hecho consumado, gracias a una paciente y efectiva labor y búsqueda de testimonios, fotos y planos del lugar.
Este sitio que se alza como inmejorable mirador hacia el valle de Yumurí y la placida ciudad de Matanzas, ha sido visitado por personalidades interesantes, como zares, científicos, artistas y poetas.
Los citadinos atesoran entre su iconografía, la constancia del poeta español Federico García Lorca, en 1930, momento en que se fotografió con muchachos.
Hoy, la ermita de Monserrate, se alza como pilar de las ideas y acciones de los matanceros de conservar sus obras patrimoniales y ponerlas en función de la vida y la modernidad de esta ciudad cosmopolita y culta que cuida su pasado, como garantía de preservar su futuro.
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